Historia La Cerisaie
La Cerisaie, (El jardín de los cerezos) fue construido en 1869 sobre los restos de una antigua fábrica de jabón. El cliente, Casimir Mouret, se instala en la casa a finales de ese año junto con su mujer. Sus iniciales (CM) están inscritas en un herraje sobre la puerta de entrada y todavía se pueden ver hoy. Su hijo Jules estudió medicina en Montpellier y unos años más tarde se convirtió en el primer otorrinolaringólogo de Francia. El museo anatómico de Montpellier todavía tiene un armario con objetos médicos. Además, Jules también era pintor .
Jules heredó la casa de sus padres y con el tiempo se convirtió en residencia de verano. La mayor parte del tiempo, Jules vivía con su esposa y sus dos hijas en Montpellier, donde trabajaba como médico. Julio murió en 1924. Su esposa Honnerien vino entonces a vivir definitivamente a Riols con sus hijos. En ese momento la casa no tenía calefacción central y el suministro de agua todavía era muy provisional en ese momento. Las siete chimeneas con repisas de mármol en las distintas habitaciones mantenían la casa cálida y confortable en invierno.
La casa fue vendida en 1974. El nuevo propietario francés (familia Langois) llevó a cabo una serie de mejoras necesarias en las décadas de 1970 y 1980, incluida la renovación de la red eléctrica y el drenaje de agua. La piscina fue construida en 1987. Se vendió parte del huerto de cerezos (entonces de más de 400 metros de largo). Pero en total, La Cerisaie actualmente todavía mide unos 3.500 metros cuadrados, y todavía hay 13 cerezos.
En 1994, La Cerisaie pasó a manos de los primeros propietarios holandeses que transformaron la casa en un Bed & Breakfast, cuidando con esmero la autenticidad de la casa. En 2004 pasó brevemente a manos de otros compatriotas y desde 2005 Luc y Marja Simkens son los propietarios. En 2023, Leon Verest y Stefan Wigger se convirtieron en la cuarta generación de holandeses. Desde entonces, otro médico vive en esta hermosa Maison de Maître.
La casa
Las paredes de La Cerisaie están hechas de grandes piezas de mármol, entonces una de las materias primas más evidentes de la región. Hacia 1850, la industria del mármol, junto con la industria textil, era la rama industrial más importante y, por tanto, la fuente de ingresos de esta región.
Debido a los gruesos muros de mármol (un metro de espesor en la planta baja), la casa y por lo tanto las habitaciones permanecen frescas durante mucho tiempo, incluso durante los calurosos meses de verano. 
Muchos de los elementos originales de la casa se han conservado: las chimeneas de mármol, los azulejos del recibidor y las cocinas, los suelos de madera, las puertas de paneles altos y la escalera de piedra dura. ¡Incluso los espejos de la biblioteca y el comedor han estado ahí desde 1869! En la planta baja se han conservado las ventanas originales con vidrio 'estirado' de dos milímetros de espesor. Todos los marcos de las ventanas en el primer y segundo piso han sido reemplazados por ventanas de doble acristalamiento que se pueden cerrar correctamente, sin restar valor a la apariencia y la atmósfera de la casa. Todas las persianas de las ventanas, por otro lado, siguen siendo originales.
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